Descripción
La red Natura 2000 está formada por:
- Lugares de Interés Comunitario (LIC), identificados por los Estados miembros con arreglo a lo dispuesto en la Directiva 92/43/CEE sobre hábitats, que posteriormente son designados Zonas Especiales de Conservación (ZEC),
- Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) establecidas en virtud de la Directiva 2009/147/CE relativa a la conservación de las aves silvestres.
¿Cuáles son los objetivos?
El principal objetivo de Natura 2000 es salvaguardar la biodiversidad manteniendo los recursos naturales (hábitats naturales y seminaturales, así como la flora y la fauna silvestres) en un estado de "conservación satisfactorio".
La biodiversidad contribuye al desarrollo sostenible y debe fomentarse y mantenerse teniendo en cuenta las necesidades económicas sociales y culturales, así como las particularidades regionales y locales.
¿Por qué un sistema de redes?
Los conocimientos adquiridos en el campo de la ecología y la biología de la conservación han demostrado que, para la protección de hábitats y especies, es necesario ir más allá del enfoque conservacionista dirigido a especies individuales en peligro y operar en su lugar desde una perspectiva de red, teniendo en cuenta las complejas interconexiones entre los distintos seres vivos y su entorno.
Por ello, la red Natura 2000 no se creó como una simple colección de territorios aislados, aunque elegidos entre los más representativos, sino como un sistema de zonas estrechamente relacionadas desde el punto de vista funcional que representan, con poblaciones viables y zonas adecuadas, todas las especies y hábitats típicos de Europa, con su variabilidad y diversidad geográficas.
El establecimiento de la red tiene también por objeto asegurar la continuidad de los movimientos migratorios y los flujos genéticos de las distintas especies y garantizar la viabilidad a largo plazo de los hábitats naturales.
En la misma línea, se concede importancia no sólo a las zonas de gran naturalidad, sino también a aquellas zonas contiguas que son indispensables para conectar áreas que han quedado espacialmente distantes pero próximas en su función ecológica.
¿Cuáles son las novedades con respecto a otras normativas de conservación de la naturaleza?
Natura 2000 pretende introducir un enfoque diferente del uso del suelo y la explotación de los recursos, en una lógica de desarrollo sostenible y mantenimiento vital de los ecosistemas. Se reconoce que una serie de actividades humanas son indispensables para la protección de la biodiversidad (es el caso de muchas prácticas agrícolas tradicionales) y, por tanto, deben considerarse un factor importante en la gestión de la conservación.
Los elementos innovadores son
- enfoque de red: cada lugar de interés comunitario es un nodo de una red, un lugar de interconexión; se habla de "red coherente" y se invita a los Estados miembros a identificar pasarelas para garantizar la conectividad;
- regulación flexible y no rígida de la protección, que deja en manos de las realidades locales la elección de planes de gestión adecuados, capaces de responder tanto a la necesidad de garantizar los recursos biológicos para las generaciones futuras como a las necesidades socioeconómicas y culturales;
- el reconocimiento del papel de una serie de actividades humanas en la producción de biodiversidad (es el caso de muchas prácticas agroforestales tradicionales). Por esta razón, el objeto de conservación no son sólo los hábitats naturales, sino también algunos seminaturales, para los que las prácticas tradicionales se consideran un factor importante en la gestión de la conservación.
En cuanto a las obligaciones derivadas de la aplicación de la Directiva Hábitats, una novedad importante es la Evaluación de Impacto (EI) de los planes y proyectos que afecten a Lugares de Importancia Comunitaria. La evaluación de impacto es un procedimiento preventivo destinado a analizar la importancia de los efectos de los planes/proyectos (PP) sobre los hábitats y las especies de la red Natura 2000, basándose en el principio de precaución.