Descripción
El manantial está constituido por una serie de pequeñas surgencias, que se encuentran en el interior del túnel del pozo de la mina, a una altitud de 1580 m sobre el nivel del mar, cuyas aguas son conducidas a una estructura de toma situada en el interior de la estructura de mampostería que protege el acceso a la mina.
El interés del Servicio Geológico por estas aguas se dirige a conocer el modelo hidrogeológico local, investigar las relaciones existentes entre caudal, temperatura, conductividad eléctrica, pH y pluviometría, y definir la cuenca de aporte, que no parece tener las connotaciones típicas de una cuenca de captación normalmente entendida.
Sistema de seguimiento
Hasta finales de los años ochenta, los datos se registraban y diagramaban manualmente a intervalos irregulares.
A partir de 1988, se instaló un sistema semiautomático de registro de variables químico-físicas con el fin de disponer de una masa continua de datos que pudiera someterse a investigaciones estadísticas capaces de arrojar luz sobre las leyes y relaciones que rigen las relaciones entre las variables, en caso de que existan. Tras un período inicial de experimentación, se instaló un sistema de adquisición de datos capaz de leer y almacenar en papel continuo cuatro parámetros:
- caudal
- conductividad eléctrica
- temperatura del agua
- pH
Desde 1993, el sistema de adquisición semiautomático ha sido sustituido por otro totalmente automático que descarga los datos almacenados directamente en un PC portátil.
Resultados
Los datos históricos recogidos en el periodo comprendido entre finales de 1988 y diciembre de 2001 se graficaron de las variables químico-físicas analizándolas por pares: pH - conductividad eléctrica y caudal-temperatura.
Un primer examen visual del gráfico caudal-temperatura revela una relación directa (un aumento de la temperatura coincide con un aumento del caudal). En cambio, la serie temporal del par pH-conductividad muestra una relación inversamente proporcional: un máximo de conductividad eléctrica corresponde a un mínimo de pH. Si se observan los últimos cinco años de mediciones, también puede encontrarse una relación inversamente proporcional entre la conductividad y el caudal. En cambio, no parece existir ninguna correlación entre el pH y la temperatura ni entre el pH y el caudal.
Sin embargo, las afirmaciones obtenidas a partir de este primer examen de carácter intuitivo no se han visto confirmadas por los resultados obtenidos en las investigaciones posteriores de carácter puramente analítico.
El coeficiente de correlación parcial calculado para cada variable en relación con las demás no justifica ni apoya las intuiciones visuales derivadas de los gráficos de las series temporales. Ni siquiera el intento de introducir un factor de estacionalidad u otro factor de periodicidad cíclica condujo a conclusiones analíticas significativas.
La propia comparación entre caudal y precipitación, por ejemplo, no reveló una ley temporal clara capaz de poner de manifiesto la estrecha relación que suele existir entre precipitación y caudal, incluso teniendo en cuenta los tiempos de retardo con que el agua que se filtra en el suelo tarda en llegar a la fuente.
Se trata de una estructura de drenaje gravitacional del agua cuyo volumen no es fácil de definir. A falta de uno de los parámetros fundamentales para el cálculo del balance hidrogeológico (es decir, la superficie de la cuenca de abastecimiento), el volumen de roca que podría constituir el depósito natural del manantial se ha estimado en 6.000.000 de metros cúbicos, partiendo del volumen de agua almacenada, suponiendo una porosidad probable de la roca, y considerando las curvas de agotamiento del manantial que representan la tendencia del caudal en el período de descarga del manantial entre un máximo y un mínimo.
A este respecto, deben hacerse algunas consideraciones hidrogeológicas sobre el tipo de depósito natural de abastecimiento, compuesto por rocas filálicas y paragneísicas de muy baja permeabilidad y exclusivamente por fractura, y las condiciones de la franja de ladera (NE-SW) inmediatamente superior a la cota del túnel de Acqua Forte, que aparece afectada por huecos mineros, restos de antiguos cultivos y cantos rodados y especímenes en afloramientos superficiales.
La curva de interpolación resultante es una curva logarítmica que permite estimar, dado un caudal máximo inicial, el volumen de agua existente aguas arriba del manantial antes del proceso de vaciado progresivo del embalse y las reservas en el momento en que comienza la recarga. El análisis realizado sobre la mayor parte de los datos útiles disponibles entre el 78 y diciembre de 2001 mostró que los valores más elevados de acumulación (> 6000 m3 de agua) se produjeron en los años 80, mientras que en las últimas décadas la media se ha situado en torno a los 3-4000 m3.
Esta diferenciación puede atribuirse probablemente al fenómeno de la innivación, que en los últimos años se manifiesta por fuertes nevadas acompañadas, sin embargo, de una corta permanencia en el suelo y una rápida disolución, a diferencia de las primeras décadas en las que se producía una larga permanencia en el suelo.
Las investigaciones realizadas no revelan ninguna relación significativa que permita identificar el retraso entre las precipitaciones y la recarga de los embalses.
La razón de ello podría atribuirse en parte al efecto de las nevadas, pero sobre todo a la hipótesis de que las aguas, una vez que alcanzan el banco mineralizado con una velocidad de percolación comparable a la de los demás manantiales oligominerales de la zona (para los que existe una clara relación entre caudal y precipitación), experimentan una fuerte ralentización. De hecho, aprovechan las vías preferenciales constituidas por las zonas de alteración producidas por las bacterias que atacan la masa mineralizada, la atraviesan con extrema lentitud, lixiviándola y cargándola de las sales que la hacen tan única en el panorama trentino y mundial de los recursos hidrominerales.
Esta prolongada estancia, cuantitativamente variable debido a diversos factores esencialmente ligados a la carga hidráulica interna, constituye el elemento de desplazamiento no constante que hace que el caudal esté aparentemente desconectado de la cantidad y duración de las precipitaciones.
Conclusiones
El agua mineral de Vetriolo representa un unicum que interesa a estudiosos de todo el mundo, especialmente en el campo de la medicina alternativa. Los datos recogidos sugieren la necesidad de conservar el entorno minero existente, dentro del cual se ha creado un microclima ácido que favorece la neoformación de minerales de gran interés científico.
Las mediciones continuas de las características químico-físicas del agua pueden continuar con vistas a adquirir nuevos elementos de análisis, pero no constituyen un aspecto prioritario para la comprensión de los fenómenos hidrogeológicos. También hay que subrayar que un recurso económico como éste, que parece estar minado por factores externos, debe ser objeto de un seguimiento continuo para garantizar la continuidad temporal del suministro y la constancia de sus propiedades organolépticas y químico-físicas.
Realizado por:
Recogida de datos: L. Veronese, R. Gilli, G. Gottardi
Tratamiento, interpretación y publicación de los datos: L. Veronese, S. Piccioni