Descripción
Los orígenes históricos de las tradiciones locales de autogobierno se remontan a la Edad Media, cuando en el arco alpino tomaron forma instituciones y realidades jurídicas y administrativas que comprendían zonas de autogestión de los recursos naturales. Los lugares aislados y de difícil acceso, verdaderos enclaves morfológicos, tendían de hecho a generar enclaves administrativos y jurídicos.
Los primeros núcleos en torno a los cuales se desarrollaron formas de gestión comunitaria de los recursos y de la vida social se formaron ya en la Alta Edad Media. En el contexto de la reestructuración institucional que afectó al Sacro Imperio Romano Germánico a principios del siglo XI, se creó el Principado Episcopal de Trento (1027), que administraba un territorio que coincidía aproximadamente con el actual Trentino y gran parte del Alto Adigio.
Situado en la ruta de tránsito entre el mundo germánico y la península itálica, para la administración de justicia, la recaudación de impuestos y la organización de asambleas, el Principado episcopal de Trento contaba con un advocatus. Como defensores de los principados episcopales de Trento y Brixen, fueron los condes del Tirol quienes centralizaron en sí mismos cada vez más poderes, arrebatándoselos de hecho a los príncipes-obispos. Una vez extinguida la dinastía, el condado tirolés quedó bajo el control de los Habsburgo: en 1363, a través del llamado "Compattate", Rodolfo de Habsburgo, formalmente vasallo y defensor del obispo de Trento, acentuó su subordinación política y sobre todo militar.
En los valles, mientras tanto, las costumbres y las leyes no escritas encontraron forma en códigos y cartas de reglas: sometidos al placet del príncipe-obispo, estos documentos atestiguan antiguas formas de autogestión de la propiedad comunal, como en el caso de los "Patti Gebardini" de 1111 de los que surgió la Magnifica Comunità di Fiemme. Los "usi civici", una forma de propiedad colectiva de recursos como la madera y los pastos, también estaban muy extendidos en esta parte de los Alpes, arraigando en la población tradiciones de gestión comunitaria.