Descripción
Desde 2001, la autonomía regional se ha visto afectada por importantes reformas que han profundizado o limitado su ejercicio en función de las contingencias políticas y económicas. Fue a principios del milenio cuando el sistema estatutario de Trentino-Alto Adigio/Südtirol experimentó sus primeros cambios significativos: la Ley Constitucional nº 2 de 2001 reformó el sistema electoral, transfiriendo competencias de la Región a las Provincias.
Así, por primera vez, en 2003, los trentinos y trentinas se encontraron votando directamente para el cargo de Presidente de la Provincia Autónoma de Trento, mientras que el Consejo Regional se transformó en un órgano de segundo grado formado por la suma de los dos Consejos Provinciales elegidos de forma independiente en Trentino y Tirol del Sur/Südtirol. Así pues, se refuerza el papel de las Provincias, permitiendo, por ejemplo, un periodo de residencia obligatorio diferente para ejercer el derecho de voto (1 año en la Provincia de Trento, 4 en la Provincia de Bolzano) y confirmando el sistema proporcional obligatorio sólo para la Provincia de Bolzano.
También en 2001, la Ley Constitucional nº 3 modificó profundamente las relaciones entre el Estado y las Regiones en un sentido federalista, redefiniendo las competencias legislativas y administrativas confiadas a estas últimas. La reforma del Título V de la Constitución afectó principalmente a las Regiones ordinarias, pero las disposiciones contenidas en él también preveían la necesidad de adaptar los Estatutos de las Regiones especiales a los nuevos principios.
Por último, las innovaciones importantes para la autonomía del Trentino-Tirol del Sur se refieren al sistema financiero. Desde 1989, el Estado italiano y las Provincias Autónomas de Trento y Bolzano han acordado el reparto de las cuotas de los ingresos fiscales destinados a financiar las competencias autonómicas. El "pacto de Milán" firmado con el Gobierno en 2009 intervino en este asunto, suprimiendo las cuotas fijas y variables y estipulando que 9/10 de los ingresos fiscales producidos en el territorio permanezcan allí.
Este marco sufrió posteriormente correcciones ante la difícil situación económica y las necesarias maniobras de las finanzas públicas para restablecer el presupuesto del Estado. En 2014, Roma firmó un "pacto de garantía" con Trento y Bolzano para fijar las obligaciones del Estado hacia las provincias autónomas y regular sus relaciones financieras.
Por último, la tormenta Vaia y la pandemia de coronavirus han planteado importantes cuestiones sobre el futuro de la autonomía: la gestión del territorio ante el cambio climático, así como la crisis sanitaria producida por una epidemia, llaman a la reflexión y a la acción para prevenir los riesgos y mitigar los efectos más destructivos de los fenómenos globales.