Descripción
Desde la entrada en vigor del segundo Estatuto de Autonomía de la Región Trentino-Alto Adigio/Südtirol, la Provincia de Trento ha experimentado una progresiva ampliación de sus competencias. Se trata de una verdadera "refundación de la autonomía" que no sólo afecta a todos los ámbitos de la vida pública sino también, como señaló en 1973 el entonces Presidente de la Provincia Bruno Kessler, a la propia identidad del territorio.
Frente a las transformaciones epocales en los ámbitos socioeconómico, cultural y consuetudinario, la autonomía ofreció al pueblo trentino la posibilidad de orientar el desarrollo de un territorio históricamente pobre y atrasado hasta hacerlo próspero y atractivo. El potencial y los espacios dejados por la nueva estructura autónoma son interpretados así por el gobierno provincial como un laboratorio para experimentar políticas innovadoras y originales con respecto al contexto nacional.
Dicha experimentación no siempre conduce a resultados positivos: la realización de la autonomía imaginada a través de la descentralización de los distritos choca, por ejemplo, con resistencias institucionales tanto locales como nacionales. El considerable aumento de los fondos a su disposición, así como la presencia del ente público en la mayoría de los sectores económicos, plantean también importantes interrogantes sobre la eficacia a largo plazo de las políticas dirigistas y asistencialistas.
Más allá de las cuestiones críticas y del debate político, desde 1972 el ejercicio de la autonomía en Trentino se ha caracterizado por la adopción de medidas que han transformado el territorio y la sociedad, propiciando una prosperidad generalizada. La gestión y protección del territorio, que adquirió protagonismo tras la catástrofe de Stava en 1985, la atención y protección de las minorías lingüísticas, las políticas activas de empleo, la agricultura, la autonomía financiera, el transporte, el turismo, la educación y la sanidad son sectores en los que la Provincia apuesta por beneficiarse de los espacios garantizados por el Estatuto.
No obstante, la autonomía de Trentino comienza a adquirir una dimensión cada vez más internacional. Así, Trentino participa en las primeras formas de cooperación transfronteriza en el ámbito alpino (Arge-Alp y Alpe-Adria) y europeo (Asamblea de las Regiones de Europa), comprometiéndose no obstante en cuestiones de solidaridad y cooperación al desarrollo. Esta trayectoria, iniciada en los años 80, culminó con la creación de la AECT (Agrupación Europea de Cooperación Territorial) Euregio Tirol-Tirol del Sur-Trentino, creada para hacer frente a los grandes retos del mundo globalizado a través de la cooperación transfronteriza.