Competencias y funciones
La Cámara de Comercio es un organismo público autónomo que desempeña una multiplicidad de funciones, todas ellas incluidas en la definición común de regulación del mercado. Entre las principales, cabe destacar la llevanza del registro mercantil, el registro de precios, la constatación de usos y costumbres, la constatación de la presencia de cláusulas vejatorias en los contratos de adhesión, la elaboración de contratos tipo, la defensa de la competencia, la lucha contra los delitos contra la economía pública, la protección de la propiedad industrial mediante el registro de marcas y patentes, el arbitraje y la conciliación, la promoción del territorio, la formación empresarial y otras.
En el marco legal actual, estas funciones se entienden no sólo en referencia al sistema empresarial, sino también a su interlocutor privilegiado, es decir, el consumidor, desplazando así el énfasis de la protección de las empresas a la protección del mercado, del que las empresas son uno de los actores del mismo, con dignidad e igual respeto que los demás. Hoy en día, la Cámara de Comercio está llamada a proteger los intereses de todos los actores del sistema económico en la medida en que sean compatibles con los intereses más generales del mercado.
Esto conlleva un renovado sentido de la responsabilidad ante los retos que el mundo moderno plantea a quienes operan dentro de realidades económicas complejas y globalmente orientadas, un compromiso que debe combinarse con la capacidad de satisfacer múltiples necesidades.
"Listo para los negocios", la recompensa que acompaña al logotipo de la Cámara de Comercio de Trento, nace precisamente de esta necesidad, la de expresar la renovada misión de la organización, que se traduce en el esfuerzo por combinar la protección de los intereses de las empresas con la protección del mercado como garantía para todos sus actores.