Descripción
Iluminar nuestras ciudades y calles por la noche nos permite sentirnos seguros, conducir y caminar libremente incluso cuando el sol se ha ocultado tras las montañas.
Esta necesidad, satisfecha en el pasado por instalaciones a menudo mal diseñadas, choca, sin embargo, con otras necesidades igualmente importantes: ahorrar electricidad; iluminar sólo las zonas útiles; permitirnos admirar el cielo estrellado no sólo en la alta montaña, sino también desde nuestros pueblos. ¿Cómo conciliar necesidades tan diferentes?
Disponibilidad:
Para información y contacto: AGENCIA PROVINCIAL DE LA ENERGÍA